viernes, 28 de julio de 2017

La mufa


Foto del relato: "La mufa", perteneciente al libro "Los participantes. Un reality show no televisado (y otras historias) 2".

Sesión 2016. Teatro El jardín de los ángeles. Actriz: María Florencia Espeche.

Foto: 1941. Post - producción: Carolina Herrera y 1941.


Cuando apenas habían pasado unos minutos de las dos de la mañana, una amiga de Sofía llegó a la casa. Golpeó la puerta y esperó. Nadie contestó. La visitante insistió consiguiendo el mismo resultado, lo que le llamó poderosamente la atención. Abrió su cartera, buscó un juego de llaves y, tratando de hacer el menor ruido posible, abrió la puerta ella misma. Ingresó lentamente, la luz del corto pasillo principal estaba encendida. Cerró la puerta y caminó hasta que el mismo terminaba dando en el costado derecho con una amplia arcada, cubierta por una cortina doble, al amplio y sofisticado comedor. Allí, la mujer se detuvo sorprendida. Las luces del comedor también estaban encendidas. No quedaba nadie, solamente se la veía a la dueña de casa aún sentada en el amplio sofá, parecía que estaba durmiendo. La mujer retomó su alentecido paso, y mientras se acercaba, su expresión de sorpresa fue convirtiéndose en una triste resignación. Se detuvo a un metro de ella donde sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas. Sofía estaba con los ojos abiertos. No tenía ningún tipo de herida. Estaba sentada de una forma muy galante. Sus zapatos seguían en el piso a un costado de ella, su vestido largo le cubría una pierna, cuyo pie estaba apoyado más cerca del sofá y le dejaba al descubierto la otra, cuyo pie estaba apoyado más adelante. La pequeña mesa junto al brazo del sofá seguía sosteniendo la copa con apenas un poco de vino blanco. Su cabeza estaba apoyada en el alto respaldo, apenas inclinada hacia un costado con todo el pelo suelto de un solo lado, permitiendo ver de esa forma lo único que no se le había visto antes: un collarcito informal, pero no cualquier collar, sino uno que dejaba caer en el centro un pequeño recuadro con dos letras chinas. Y viendo más detenidamente, sobresaliendo al mismo, también podían verse en su cuello dos ligeras marcas de dedos pulgares.

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