viernes, 28 de julio de 2017

La ganadora del día III


Foto del relato: "La ganadora del día III", perteneciente al libro "Las obras ocultas".

Sesión 2020. Sede de la editorial 1941. Actores: Lucía Di Miele, Alma Bernal y David Ortiz.

Foto: 1941. Post - producción: Carolina Herrera y 1941.

- ¿Qué, te levantás temprano mañana?
- En realidad los sábados no entro tan temprano, pasa que quiero levantarme antes para llenar tranquila los formularios y ya poder entregarlos mañana.
- OK, vamos a pedírselos.
- Vos no sabés dónde los puede tener ¿no?
- No, ¿por qué?
- No sé, hace rato que el tipo está sentado ahí al lado de la barra, y por momentos me pareció que me miraba de reojo, pero como enojado.
- Y si no lo miraste en toda la noche. Vamos, no importa.
Las dos se acercaron al joven y Sabrina le dijo:
- Hola, disculpame, me dijo Carola que vos tenías copias de los formularios nuevos.
- Sí, efectivamente, pero los tengo acá abajo, en el espacio de abajo del sillón. Ahora estoy un poco cansado, me acabo de sentar, en un rato me fijo bien y te los doy.
- ¿No te jode si lo hacemos ahora? Mañana trabajo temprano y ya me tengo que ir.
- Sí, me jode. – Respondió el joven dejando ver algo de enojo y con expresión un tanto provocativa – Hace unos minutos que me senté. Antes el sillón estuvo libre como una hora más o menos y ni se te ocurrió pasar. Venís ahora que me siento.
- En realidad lo dejé para antes de irme.
- Bueno, tuviste un montón de tiempo para venir y estuviste allá haciendo la tuya, yo ahora no me voy a levantar porque se te ocurrió venir ahora. Lo lamento, pero esta es mi casa y éste es mi sillón, si no te gusta… ahí está la puerta.
En ese preciso instante, se escuchó un golpe seco. De repente, el asiento completo se inclinó bruscamente hacia atrás, por lo que el joven quedó con la espalda cerca del suelo y los pies hacia arriba, mientras que los papeles del espacio de abajo quedaron descubiertos. Sabrina realizó una expresión de sorpresa y enseguida miró a Carola que, con expresión de serenidad, estaba agachada llevando su mano de la palanca del costado a los papeles del espacio de abajo, al tiempo que el joven intentaba moverse lo que podía. Sabrina no pudo evitar dejar salir una pequeña risa. Carola enseguida encontró los formularios y se los mostró preguntándole:
- ¿Son estos?
Sabrina los observó bien y contestó que sí. Acto seguido, las dos se dirigieron hacia la puerta. Sabrina seguía sin poder evitar la pequeña risa. Finalmente, Carola abrió y se retiraron juntas.

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