Foto del guión "Arquitectura", perteneciente al libro "El día que la vida me ponga de rodillas".
Sesión 2011. Atelier de Liliana Cavallo. Actores: Juan Esteba Bonora y Evelin Alarcón.
Foto: 1941. Post - producción: Carolina Herrera y 1941.
Nos trasladamos
al comedor de una casa particular, se puede ver una escena en donde dos
jóvenes, una mujer y un varón, mantienen una tranquila charla. Ella, de nombre VIVIANA,
va caminando lentamente por la sala, y él, de nombre RODRIGO, está sentado
relajadamente en el sillón. VIVIANA tiene veinte años, es medianamente alta y
esbelta, de cabello castaño oscuro ondulado, apenas pasando sus hombros y ojos
marrones. RODRIGO tiene un año más, es medianamente alto y de contextura
normal, de cabello castaño claro más o menos largo, no muy peinado y ojos
marrones. Ambos son personas que dejan ver una gran confianza en sí mismos.
Visten informalmente, VIVIANA está con remera, jean y zapatillas, y RODRIGO con
remera y bermudas. Puede vérselos, además, bastante bronceados como si hubieran
regresado hace poco de vacaciones.
VIVIANA
Creo que fue ése el boliche que cerraron el año
pasado.
RODRIGO
Seguro que sí, no estaba bueno, no sé por qué a
vos te gustaba tanto.
VIVIANA
Fue donde empecé a ir con mis amigas, nos
encantaba. ¿Vos no tenías un boliche que te gustara?
RODRIGO
Ya te dije, creo que nunca debo haber ido al mismo
lugar dos fines de semana corridos.
VIVIANA
No sé qué pensar de eso.
RODRIGO
Bueno ¿y a dónde te gustaría ir?
VIVIANA
A mí me gustaría ir a Olivos.
RODRIGO (Sin mucho entusiasmo)
¿A Olivos?
VIVIANA
Sí, ¿qué tiene?
RODRIGO
Siempre querés ir a esos boliches que son un
embole.
VIVIANA
Ah bueno… está bien, elegí vos.
RODRIGO
Hace un montón que quiero conocer el que pusieron
hace unos meses, Colet, y no vamos nunca.
VIVIANA
Ya me hablaron mis amigas de ése y dicen que no
está bueno. Que pasan música horrible.
RODRIGO
No importa, hace un montón que quiero ir. Lo
quiero conocer.
VIVIANA
Estás empecinado con ese boliche y ahora no te lo
podés sacar de la cabeza.
RODRIGO
No, cuando vayamos ya me voy a quedar tranquilo.
VIVIANA respira
profundo.
VIVIANA
No hay forma de hacerte cambiar de opinión.
RODRIGO
No, soy terco.
VIVIANA
¿Y por qué tenés que ser tan terco?
RODRIGO se
levanta y camina lentamente hacia ella.
RODRIGO
Porque sí.
Tras decir
esto, la toma de la cintura y comienza a besarla. VIVIANA, que no lo mira con
mucho agrado, finalmente responde al beso.